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¿Qué es el riesgo crediticio y por qué debería importarte?

Por Penélope Figueiredo

Publicación 10 abril 2025

Aunque suene a algo técnico, el riesgo crediticio es un concepto básico y muy real en el mundo de la inversión. Es, en pocas palabras, la posibilidad de que alguien no pague lo que debe. Puede ser una persona, una empresa o incluso un país. Cuando prestas dinero (directamente o a través de un bono, por ejemplo), siempre existe la posibilidad de que no te lo devuelvan, o no te paguen los intereses acordados. Ese es el riesgo crediticio.

Cuanto mayor sea ese riesgo, más rentabilidad suele ofrecer la inversión. ¿Por qué? Porque como inversor, exiges más recompensa si sabes que la probabilidad de impago es más alta. Es por eso que los bonos de países con economías inestables o las empresas con problemas financieros prometen intereses más jugosos. Pero, claro, lo jugoso viene con su peligro.

 

¿De dónde viene este concepto?

Aunque hoy lo veamos como un término financiero formal, la idea del riesgo crediticio es tan antigua como los propios préstamos. Ya en tiempos de los babilonios, los romanos o los griegos se prestaba dinero… y no siempre se devolvía. La diferencia es que ahora lo medimos de forma más técnica.

Fue a lo largo del siglo XX cuando este concepto empezó a tomar forma en el mundo moderno. Con la expansión de los mercados de bonos y los préstamos internacionales, se volvió clave poder valorar quién tenía más o menos probabilidades de pagar sus deudas. Aparecieron entonces las famosas agencias de calificación como Moody’s, S&P o Fitch, que todavía hoy le ponen «nota» a países y empresas según su solvencia.

Tras la crisis financiera de 2008, el término volvió a estar en boca de todos. Muchos productos financieros colapsaron por no haber evaluado correctamente el riesgo de impago. Y desde entonces, tanto reguladores como inversores lo tienen mucho más presente. Así que si estás empezando en el mundo de la bolsa o la inversión, el riesgo crediticio es uno de esos conceptos que debes tener en el radar.

Por si lo ves en análisis o documentos internacionales, el término en inglés es credit risk. También se puede usar default risk si se habla específicamente del riesgo de impago.

 

¿Cómo se mide el riesgo crediticio?

Ahora que sabes qué es, veamos cómo identificarlo. Porque si sabes medirlo, puedes evitar más de un susto. Aquí van los indicadores más importantes:

  • Calificación crediticia (rating): Las agencias como Moody’s, S&P o Fitch dan notas a empresas y países. Cuanto más alta la nota, más fiable es el deudor.
  • Ratio de endeudamiento: Mide cuánto debe una entidad en comparación con lo que gana. Un ratio muy alto puede ser señal de peligro.
  • Cobertura de intereses: ¿Puede el emisor pagar los intereses con sus beneficios? Si no le da, el riesgo sube.
  • Historial de pagos: Si una empresa o país ya ha fallado antes, es más probable que lo vuelva a hacer. Esto afecta directamente su credibilidad.
  • Prima de riesgo: Es la diferencia que paga un país por financiarse respecto a otro más seguro (como Alemania). Cuanto más alta, más riesgo percibe el mercado.
  • CDS (Credit Default Swaps): Son seguros contra impagos. Si sube mucho el precio del CDS de alguien, es porque los inversores desconfían de que pueda pagar su deuda.

 

¿Qué niveles existen dentro del riesgo crediticio?

Las agencias de rating agrupan las calificaciones por niveles, y cada uno representa un grado de riesgo. Aquí te lo explico de forma clara:

1. Grado de inversión («Investment grade»)
Son emisores considerados solventes, con bajo riesgo de impago. Se consideran seguros para inversores conservadores.

  • AAA / Aaa: Máxima calidad crediticia. Riesgo prácticamente nulo.
  • AA / Aa: Alta calidad, muy fiable.
  • A: Buena capacidad de pago, aunque algo más sensible a condiciones económicas.
  • BBB / Baa: Aceptable, aunque ya con algo más de riesgo.

2. Grado especulativo («High yield» o «bono basura»)
Aquí ya se considera que hay un riesgo significativo de impago. Suelen ofrecer rentabilidades más altas, pero a cambio de un mayor peligro.

  • BB / Ba: Especulativo, pero todavía con cierto nivel de solvencia.
  • B: Riesgo elevado, depende mucho del contexto económico.
  • CCC / Caa: Muy vulnerable al impago.
  • CC / Ca: Alta probabilidad de impago.
  • C: A punto de impagar o ya en problemas.
  • D: Ya ha incumplido los pagos. Default.

Cuanto más baja sea la calificación, mayor será el riesgo crediticio… y mayor la rentabilidad que exigirá el mercado para prestar dinero. Por eso, como inversor, es clave entender bien esta escala antes de tomar decisiones.

 

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